EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

Usted esta en: EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO > CAPÍTULO IX - Bienaventurados los mansos y los pacíficos. > Injurias y violencias > 4
4. Por estas máximas Jesús elevó a ley la dulzura, la moderación, la mansedumbre, la afabilidad y la paciencia; por consiguiente, condena la violencia, la cólera, y aun toda expresión inconveniente con respecto a sus semejantes. "Racca", era entre los hebreos una palabra de desprecio que significaba "un cualquiera", y se pronunciaba escupiendo y volviendo la cabeza. Aun va más lejos, puesto que amenaza con el fuego del infierno al que diga a su hermano "insensato".

Es evidente que en ésta, como en cualquiera otra circunstancia, la intencion agrava o atenúa la falta; pero, ¿cómo puede tener bastante gravedad una simple palabra para merecer una reprobación tan severa? - Consiste en que toda palabra ofensiva es expresion de un sentimiento contrario a la ley de amor y de caridad, que debe arreglar las relaciones de los hombres y mantener entre ellos la concordia y la unión; que es un golpe dirigido a la benevolencia recíproca y a la fraternidad; que da pábulo al odio y a la animosidad; en fin, que después de la humildad hacia Dios, la caridad hacia el prójimo es la primera ley de todo cristiano.

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