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El Libro de los Espíritus > LIBRO TERCERO — LEYES MORALES > CAPÍTULO III — LEY DEL TRABAJO > NECESIDAD DEL TRABAJO > 677
677. ¿Por qué la naturaleza provee por si misma a todas las necesidades de los animales?
«Todo trabaja en la naturaleza, los animales trabajan corno tú, pero su trabajo, como su inteligencia, está limitado a las atenciones de su conservación, y he aquí por qué no es progresivo en ellos, al paso que en el hombre tiene un doble objeto: la conservación del cuerpo y el desarrollo del pensámiento que también es una necesidad, y que le eleva por encima de sí mismo. Cuando digo que el trabajo de los animales está limitado a las atenciones de su conservación, entiendo hablar del objeto que se proponen al trabajar, pero a su pesar, y al mismo tiempo que proveen a sus necesidades materiales, son agentes que secundan las miras del Creador, y su trabajo no deja de concurrir al objeto final de la naturaleza, aunque, con mucha frecuencia, no descubráis vosotros el resultado inmediato».
«Todo trabaja en la naturaleza, los animales trabajan corno tú, pero su trabajo, como su inteligencia, está limitado a las atenciones de su conservación, y he aquí por qué no es progresivo en ellos, al paso que en el hombre tiene un doble objeto: la conservación del cuerpo y el desarrollo del pensámiento que también es una necesidad, y que le eleva por encima de sí mismo. Cuando digo que el trabajo de los animales está limitado a las atenciones de su conservación, entiendo hablar del objeto que se proponen al trabajar, pero a su pesar, y al mismo tiempo que proveen a sus necesidades materiales, son agentes que secundan las miras del Creador, y su trabajo no deja de concurrir al objeto final de la naturaleza, aunque, con mucha frecuencia, no descubráis vosotros el resultado inmediato».