El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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816. Si al rico le rodean más tentaciones, ¿no tiene también más medios de hacer bien?

«Justamente eso es lo que no hace siempre; se convierte en egoísta, orgulloso e insaciable; sus necesidades aumentan con su fortuna, y nunca cree tener bastante para si solo».

La elevación en este mundo y la autoridad sobre sus semejantes, son pruebas tan peligrosas y grandes como la desgracia; porque míen tras más rico y poderoso es un hombre, más obligaciones tiene que cumplir, y mayores son los medios de hacer bien y mal. Dios prueba al pobre por medio de la resignación, y al rico por el uso que hace de sus bienes y poderio.

La riqueza y el poder engendran todas las pasiones que nos apegan a la materia y nos alelan de la perfección espiritual, y por esto dijo Jesús: «En verdad os digo, que es más fácil el pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios». (266.)