El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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205. ¿Según ciertas personas, parece que la doctrina de la reencarnación destruye los lazos de familia, haciéndolos remontar a otras existencias además de la actual?

«Los extiende; pero no los destrúye. Estando fundado el parentesco en afectos anteriores, los lazos que unen a los miembros de una misma familia son menos precarios. La re- encarnación aumenta los deberes de fraternidad; porque en vuestro vecino o criado puede vivir un espíritu que ha estado ligado a vosotros por los lazos de la sangre».

-¿Disminuye, sin embargo, la importancia que algunos dan a su filiación, puesto que puede haberse tenido por padre a un espíritu que perteneció a otra raza, o que vivió en muy distinta condición?

«Es verdad; pero esa importancia se funda en el orgullo, pues lo que la mayor parte honra en sus antepasados son los títulos, la jerarquía y la fortuna. Tal hay que se avergonzaría de descender de una zapatero honrado y que se vanagloría de derivar de un gentilhombre calavera. Pero por más que digan o hagan, no evitarán que las cosas sean lo que son; porque Dios no ha dispuesto las leyes de la naturaleza con arreglo a su vanidad».