SILFIDES, SILFOS: Según la mitología de la Edad Media, los silfos eran los genios del aire, como los
gnomos lo eran de la tierra y las ondinas de las aguas. Se les representaba bajo forma humana semivaporosa,
con ademanes graciosos, y las alas transparentes con que se les dotaba, eran el emblema de la rapidez con
que recorrían el espacio. Se les atribuía el poder de hacerse visibles o invisibles, a voluntad; su carácter era
dulce y bienhechor. “No dudéis de la multitud de silfos ligeros que tenéis a vuestras órdenes. Continuamente
ocupados en recoger vuestros pensamientos, apenas pronunciáis una palabra, se apoderan de ella y la repiten
en torno vuestro. Su ligereza es tan grande, que recorren mil pasos en un segundo. Son las sílfides de
Paracelso y de Gabalis.” (A. Martín.)
La creencia en las sílfides tiene su origen evidente en las manifestaciones espiritistas, son éstas de los
Espíritus de un orden inferior, ligeros, pero bondadosos.