METEMPSICOSIS (del griego meta, cambio, en, dentro, y psyké, alma): transmigración del alma de
uno a otro cuerpo. “El dogma de la metempsicosis es de origen indio. De la India pasó a Egipto, de donde,
más tarde, lo importó Pitágoras a Grecia. Los discípulos de este filósofo enseñan que el Espíritu, cuando se
ha librado de los lazos corporales, va a la mansión de los muertos a esperar, en un estado intermediario más o
menos largo, el momento oportuno para animar otro cuerpo de hombre o de animal, hasta que, obtenida su
purificación, vuelve a la fuente de la vida.” El dogma de la metempsicosis, como se ve, se basa sobre la
individualidad y la inmortalidad del alma, y contiene la doctrina de los Espíritus sobre la reencarnación y la
erraticidad. Pero hay entre la metempsícosis india y la doctrina de la reencarnación, tal como se nos la enseña hoy día, una diferencia capital: la de que la primera admite la transmigración del alma al cuerpo de los
animales, lo que sería una degradación, y que esta transmigración se opera solamente en la tierra. Los
Espíritus nos dicen, por el contrario, que la reencarnación es un progreso incesante, que las diferentes
existencias pueden cumplirse, sea en la tierra, sea en otro mundo de orden superior, y esto, como dice
Pitágoras, “hasta que la purificación se haya alcanzado”.